Las dos fridas

(1939)

“Las dos Fridas” fue pintada en 1939, poco después del divorcio entre Frida Kahlo y Diego Rivera. Es una de sus obras más emblemáticas y de mayor formato. En el cuadro, Frida se representa duplicada: una con un vestido blanco de encaje europeo y otra con ropa tradicional tehuana. Ambas están sentadas una al lado de la otra, conectadas por una arteria que va de un corazón abierto a otro. En la mano de la Frida vestida de tehuana, sostiene un pequeño retrato de Diego Rivera, mientras que la otra Frida sostiene unas pinzas que cortan una arteria sangrante.

Esta pintura simboliza el conflicto interno de Frida: la Frida que Diego amó, la mexicana tradicional, y la Frida que fue rechazada, la europea. También refleja su dolor emocional, su soledad.

El fondo gris, con nubes tormentosas, acentúa la sensación de duelo y sufrimiento. El corazón expuesto y los elementos anatómicos están inspirados en la medicina, algo recurrente en la obra de Frida debido a su historia clínica compleja.

“Sufrí dos grandes accidentes en mi vida: el tranvía y Diego.”

La obra es monumental en tamaño y mensaje, y se convirtió en un ícono de su identidad dividida, del dolor amoroso, y del poder de resistir a través del arte.